Siempre
he tenido la curiosidad de encontrar respuesta a la pregunta de si el
artista nace o se desarrolla. En todo caso, lo que me resulta
interesante es fortuitamente conocer a artistas a los cuales
considero “del mundo” ya que sus obras tratan de temas que
conciernen al ser humano y destacan del resto, sobre todo, por su
enorme humildad. Este es el caso del artista mexicano Enrique Chagoya
con el cual tuve el placer de conversar el día de la inauguración de
su exposición titulada Palimpsesto Canibal en el centro-Museo
Artium de Vitoria.
Afincado en Estados Unidos desde hace más de una década, representa a un elenco de artistas latinoamericanos con la necesidad de exteriorizar ansiedades relacionadas con inquietudes sociales y económicas. Enrique nació en México DF en 1953, y fue su padre quien le introdujo al mundo del color y del dibujo. En 1975 comienza a estudiar Economía Política en la Universidad de México, una experiencia crucial ya que conoce a profesores que le instruyen y le hacen volverse crítico con la realidad. Como alumno consigue trabajar en el desarrollo de proyectos rurales que le marcarán para el resto de su vida.
“Nada
es blanco y negro”
Para Chagoya, “la realidad desde la economía no se entiende ya que no se puede hacer predicciones económicas con todos los cambios que acontecen en el mundo” Profundizando, para este artista es imprescindible no caer en ideologías "ya que retrasan el cambio y el cambio buscado se encuentra en las necesidades". Harto de amenazas es cuando
decide abandonar la economía por la ilustración y el diseño y
emigra a Estados Unidos. En 1980
estudia arte en el Instituto de Arte de San
Francisco y en la Universidad de California.
Su trabajo artístico constituye una amplia variedad de litografías, dibujos y tiras cómicas donde el contexto político, religioso y cultural es un referente en el arte contemporáneo. Casi siempre en clave de humor, su obra ha creado una gran controversia, como la expuesta en el Museo de Arte de Loveland, Colorado, en octubre de 2010 donde su edición limitada de 30 litografías titulada “Las desaventuras de los caníbales románticos” fueron destruidas por una mujer por considerarlas blasfemas.
Su obra se encuentra en museos tan importantes como el Whitney, MoMA y El Metropolitan de Nueva York, y el Instituto de Arte de Chicago, entre otros. Actualmente es profesor de Arte e Historia en la Universidad de Stanford.
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